Como perder el miedo a volar | 10 consejos para ayudarte

como perder el miedo a volar
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Diariamente, cientos de aviones se cruzan en el cielo, permitiéndonos disfrutar de las maravillas del continente de «al lado» en cuestión de minutos con nuestro billete de avión. Las oportunidades para saciar nuestro espíritu viajero son infinitas y muchos son los que asumen el lidiar con los aeropuertos como parte inicial de su proceso turístico. Muchos aceptan este comienzo con entusiasmo y filosofía. Para otros, en cambio, la idea de verse dentro de una cabina a miles de kilómetros del suelo les supone una auténtica tortura. Sí, hay muchos turistas que tienen miedo y no saben como perder el miedo a volar.

Estos sufridores se sacrifican por la causa, por la idea de disfrutar de un destino vacacional, arrastrados en ocasiones por sus parejas, familias o amigos. Sin embargo, el ser consciente de su propósito no les evita el desgaste energético en el que se ven sumidos y que seguramente aún los acompañe incluso después del aterrizaje.

En este artículo se van a dar diferentes píldoras sobre cómo perder el miedo a volar. El objetivo es proporcionarles un set de herramientas para que se olviden por un rato de esos pensamientos destructivos que les agotan y disfruten de su experiencia desde el minuto 0.

Como perder el miedo a volar

1.- Disposición a gestionar el miedo

Como con todos los miedos, el miedo a volar no va a ser una excepción. Antes que cualquier otro consejo, es necesario superar este miedo desde la aceptación y no evitándolo. Las personas que toman la decisión de no volar para así no enfrentar el problema, se están perdiendo muchísimas experiencias por el hecho de no adoptar la actitud adecuada. Por tanto, lo mejor es exponerse en las ocasiones en las que surja con positividad y determinación para gestionarlo lo mejor posible.

2.- Visualización de la situación

Con lo que vivimos antes, nos sentimos más familiarizados y capaces de controlarlo. Por ello, antes de vivir una experiencia que resulte incómoda es muy útil haberla recreado previamente en nuestra mente. Este proceso se puede llevar a cabo los días previos al vuelo en forma de ritual, imaginando durante 5 minutos las sensaciones reales y vivencias que rodean a un vuelo.

3.- Foco en los beneficios del destino

Anclarse en el propósito del viaje es importante para que nuestra mente no se pierda en un bucle negativo orquestado por miedos irracionales. ¿Qué sentido tiene que esté subido en el avión?, ¿qué me va a ofrecer el destino?, ¿qué me va a aportar el viaje?; ¿en qué medida me va a transformar?

4.- Exposición a las alturas

Relacionado con lo comentado anteriormente, hay que tomar acción y exponerse al miedo de forma gradual. Una manera de hacerlo es comenzar a integrarlo en nuestra rutina como, por ejemplo, subiendo a monumentos altos, haciendo senderismo, asomándonos por la ventana de un 9º. Se trata de evitar las situaciones incómodas de nuestro día a día relacionadas con la altura. Posteriormente, se puede subir de nivel y participar en actividades de mayor adrenalina.

5.- Ser consciente de las estadísticas

Lo que no se puede medir, no se puede controlar. En este caso para saber de qué estamos hablando, el miedo hay que ponerlo en contexto. En términos promedios, en 2018,  120.000 vuelos recorrían el cielo a diario, transportando 12 millones de pasajeros en según el último informe elaborado por Air Transport Action (ATAG). Por otro lado, el número de accidentes en vuelos de pasajeros fue de 12 este mismo año, según el informe de Aviation Safety Network (ASN). Si te parece mucho, debes valorarlo tú, pero desde la perspectiva y teniendo todos los datos.

6. Elección del asiento a la carta

Todas las aerolíneas permiten al pasajero la selección del asiento, aunque la mayoría como un servicio de pago si se hace previamente. Para poder tener opciones y no dejarlo en manos del azar, lo recomendable es gestionar el trámite con bastante tiempo de antelación. De esta forma, podemos además elegir estar cerca de nuestros seres queridos en caso de ir acompañados.

7.- Música relajante o audiolibros interesantes

El repertorio musical que puede actuar como tranquilizante natural es una elección muy personal. No obstante, muchas personas logran calmar su ansiedad con música clásica o alguna meditación guiada. Lo más probable es que durante el vuelo no disfrute de acceso a wifi, por lo que es preciso estar al loro los días previos para preparar el mejor set relajante que se adecúe a nosotros.

Hay para quien la música no es suficiente y notan que su atención se capta mejor con un audiolibro con contenido que resulte atractivo. Las posibilidades son inmensas y es una decisión individual valorar la vía más efectiva.

8.- Entretenimiento audiovisual

En la era digital, muchos optan por dejarse atrapar por su serie o película favorita para olvidar su miedo a volar. El problema es que el uso de dispositivos se encuentra prohibido en los momentos de despegue y aterrizaje, que suelen ser precisamente los momentos más tensos. Además, el servicio de entretenimiento a bordo es bastante limitado en las compañías lowcost de vuelos cortos. Únicamente si se toman vuelos de larga duración con aerolíneas regulares podremos asumir el disfrutar de un sinfín de contenido.

9.- Consumo de pastillas relajantes

El consumo de pastillas tranquilizantes debe ser siempre el último recurso. No obstante, si el miedo a volar es incontrolable, hemos probado todo lo anterior sin resultados y nuestros niveles de ansiedad se disparan, podemos considerar el acudir a ellas para disfrutar de un vuelo satisfactorio.

10.- Curso para quitarse el miedo a volar

En las principales ciudades de España se ofrecen desde hace tiempo cursos para ayudar a las personas que padecen el miedo a superarlo. Un grupo de expertos, psicólogos y comandantes de vuelos, empiezan abarcando el problema desde un ángulo psicológico, para que el alumno entienda la procedencia de su miedo.  Una vez que el grupo ha trabajado lo suficiente en las raíces de su ansiedad, se expone a una serie de simuladores de vuelo y turbulencias. El curso culmina con una serie de vuelos reales como cierre del proceso.

Algunos de los consejos para perder el miedo a volar tienen un carácter más pragmático mientras que otros analizan el problema desde un enfoque psicológico-cognitivo. La combinación de ambas perspectivas en mayor o menor medida dependerá de la persona y de sus niveles de ansiedad. Ahora es tu turno para explorarlas y dar con la fórmula que mejor te encaje para no perderte ni una aventura y asi disfrutar de tus billetes para las vacaciones. ¡Mucho ánimo!